Recogemos varias de las declaraciones tomadas que nos ayudarán a organizar los hechos (Ricardo Colmenares, Residencia del Perpetuo Socorro en Madrid. Relación de los acontecimientos acaecidos al R.P. Antonio Girón González. 26 de junio de 1952: APRM., Mártires 1100210/02. pp 1-8).
El Superior de la Comunidad, el P. José Machiñena nos dice: “El P. GIRON, en efecto, se me presentó un día en el refugio donde me encontraba, pidiéndome permiso para ir a las HH. de los Pobres de Almagro, porque donde se encontraba no podía decir misa y sí en las HH. Estas le admitieron en efecto, pero al cabo de algún tiempo, habiendo tenido la M. Superiora noticia de que en su Casa iban a hacer un registro los que se dedicaban a ese oficio lucrativo para ellos, avisó por teléfono a la Superiora de otra Case ("La Ronda") de una manera velada si podía admitir en la suya dos ancianos; contestándola ésta que sí, allá lo llevaron por temor de que en el registro lo detuvieran, pues no tenía documentación alguna; pero sucedió que en Almagro no llegaron a hacer el registro y sí en la Casa donde se refugió el P. Girón, a los dos días de haber llegado... A la vuelta decía uno de los rojos que lo llevaron: ‘Vaya frailecito aquel y la serenidad que tenía, pues no dejaba el Rosario de la mano y con él continuó hasta que cayó muerto’. - El P. Ibarrola debió de recoger informes de las Superioras de los dos conventos donde estuvo".
El P. José Mª Ibarrola a su vez nos cuenta lo que a su vez le han contado fuentes feacientes: “Se los llevaron en un coche y nuestro P. Girón cambió de aspecto; se puso muy derecho, aceleró el paso y sonriente penetró en el auto. Es algo macabro. Algunos ancianos oyeron que los del coche decían a otro más joven: ‑'Ya te ensayarás bien hoy sobre todo con estos frailes que no se mueven por nada'. Uno de los porteros escuchó a los verdugos que contaban entre risotadas: -‘¿Has visto a estos tíos? Todavía iban rezando su rosario y no lo soltaban"
En el asilo de San Luis en la calle del Dr. Ezquerdo, la Hermana Matildel Etienne, P.S.D.P. (Petites Soeurs Des Pauvres), nos cuenta que el P. Antonio Girón estaba refugiado en el Asilo de la calle de Almagro de Madrid. Que allí amenazaron los milicianos con hacer un registro y por esa razón vino al Asilo de S. Luis entre el 10 y15 de agosto. Le acompañó “un anciano del Asilo de la Calle Almagro, donde él era bastante conocido de los ancianos”. Por eso “nuestra Buena Madre Provincial nos pidió que lo recibiéramos en el de S. Luis, juzgando mas prudente y mas seguro para el padre; y lo izo acompañar para un anciano de almagro que parecía de toda confianza, pero que luego fue malo, …. En S. Luis lo recibimos como anciano y llevaba la misma vida que los pobres, con gran pesar nuestro, pero teníamos que obrar así de esta manera para disimular. El pobre padre, ya de cierta edad estaba muy impresionado y muerto de miedo sobre todo cuando veía grupos de milicianos y milicianas que venían para hacer registros en el Asilo. Lo que hicieron varias veces antes de incautarse del Asilo. El Reverendo Padre, en los pocos días que estuvo en el Asilo no ejerció nunca el ministerio por prudencia. Nosotras hasta el día 15 de agosto tuvimos la Sta. Misa todos los días, pero el 15 a D. Jesús Posta, nuestro Capellán y a D. Enrique Montes que estaban en casa, les pedimos que se fueran porque veíamos el peligro eminente y como eran tan conocidos de todos los ancianos no los podíamos ocultar. Todo lo contrario que al Padre Girón, al que nadie lo conocía y nadie sabía que era un sacerdote, sólo la Hermanita Asistenta y yo; pensábamos que pasaría desapercibido entre los otros ancianos, como así fue hasta el día de S. Bartolomé, en que los Comunistas se incautaron de la casa.
En el asilo de San Luis en la calle del Dr. Ezquerdo, la Hermana Matildel Etienne, P.S.D.P. (Petites Soeurs Des Pauvres), nos cuenta que el P. Antonio Girón estaba refugiado en el Asilo de la calle de Almagro de Madrid. Que allí amenazaron los milicianos con hacer un registro y por esa razón vino al Asilo de S. Luis entre el 10 y15 de agosto. Le acompañó “un anciano del Asilo de la Calle Almagro, donde él era bastante conocido de los ancianos”. Por eso “nuestra Buena Madre Provincial nos pidió que lo recibiéramos en el de S. Luis, juzgando mas prudente y mas seguro para el padre; y lo izo acompañar para un anciano de almagro que parecía de toda confianza, pero que luego fue malo, …. En S. Luis lo recibimos como anciano y llevaba la misma vida que los pobres, con gran pesar nuestro, pero teníamos que obrar así de esta manera para disimular. El pobre padre, ya de cierta edad estaba muy impresionado y muerto de miedo sobre todo cuando veía grupos de milicianos y milicianas que venían para hacer registros en el Asilo. Lo que hicieron varias veces antes de incautarse del Asilo. El Reverendo Padre, en los pocos días que estuvo en el Asilo no ejerció nunca el ministerio por prudencia. Nosotras hasta el día 15 de agosto tuvimos la Sta. Misa todos los días, pero el 15 a D. Jesús Posta, nuestro Capellán y a D. Enrique Montes que estaban en casa, les pedimos que se fueran porque veíamos el peligro eminente y como eran tan conocidos de todos los ancianos no los podíamos ocultar. Todo lo contrario que al Padre Girón, al que nadie lo conocía y nadie sabía que era un sacerdote, sólo la Hermanita Asistenta y yo; pensábamos que pasaría desapercibido entre los otros ancianos, como así fue hasta el día de S. Bartolomé, en que los Comunistas se incautaron de la casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario