domingo, 15 de enero de 2012

JOSÉ MARÍA URRUCHI ORTIZ


Infancia y vocación del Siervo de Dios

José María es el más joven de los mártires Redentoristas. No contaba más que 27 años cuando su vida quedó truncada.

Nació en el pueblecito burgalés de Ayuelas, un día 17 de febrero de 1909 a las 4 de la tarde (Registro Civil de Miranda de Ebro (Burgos), Sección 1ª, Tomo 8, página 9). Era hijo del señor Marcos y de la señora Laureana, un matrimonio de labradores humildes y muy religiosos domiciliado en la calle de la Iglesia del barrio de Arriba. Recibió el Bautismo a los dos días de nacer, el 19 de febrero recibiendo el nombre de José María y por abogado a San Julián Mártir (Parroquia de Ayuelas (Burgos), Libro de Bautizados nº 5, folio 87-88, nº 207). Contaba José Mª con algo más de un año, cuando el Sr. Arzobispo de Burgos D. Benito Murúa y López hizo la Visita pastoral a la Parroquia de San Andrés, única de Ayuelas y le confirió el Sacramento de la Confirmación junto a todos los niños un 18 de mayo de 1910 (Parroquia de Ayuelas (Burgos), Libro de Confirmados nº 5, folio 8 vto.); imaginamos que para tal momento, aún iba en brazos de su madre por el pasillo de la iglesia.

Desde pequeño recibió una buena formación en la piedad que despertó en él deseos hacia a la vida religiosa y a la piedad. Pronto comenzó a ayudar a misa al Párroco del pueblo. También comenzó a frecuentar El Espino, distante 3 km., donde solían ir a diversas celebraciones en el año, y comenzó a tomarle cariño; soñaba con ingresar allí como jovenista. Y los sueños hicieron que su corazón se inclinara aún más hacia la vida religiosa pero a los deseos se imponía la realidad: la familia era pobre; sólo podría ser religioso o sacerdote si el párroco, D. Francisco, los ayudaba. Pero muerto este sacerdote, sintió el niño José María cómo sus esperanzas se desvanecían.

Vista de Ayuelas (Burgos)
En 1920 predicaron los PP. Echeberría y Posado, dos Misioneros de El Espino, la Misión en Ayuelas. El P. Echeberría tomó cariño a aquel niño que todos los días le ayudaba a Misa y que ya contaba con unos 11 años; habló con sus padres para ver si querían enviarlo para ser futuro Misionero; pero la carencia de recursos fue el obstáculo para su entrada en El Espino. Conmovido, el Redentorista hizo gestiones con otras Congregaciones, y al final consiguió que le admitiesen los Agustinos de Valencia de Don Juan (León).

Urruchi (fila 1ª- 1º derecha) con compañeros en El Espino
Mientras llegaba el momento de irse con los Agustinos, un día fue al Espino para acompañar y despedirse de un amigo suyo que iba a ingresar. Así nos lo cuenta José María: “Llegamos al Espino e inmediatamente salió a recibirnos el Padre Director que por cierto, lo hizo con extraordinaria bondad. Después de habernos saludado entablamos conversación como es natural, y al verme a mi como a un extraño me preguntó la causa y si quería ser fraile. Entonces yo con cierta alegría por una parte, porque ese era el objeto de mis anhelos y por otra con cierta tristeza pensando que mis Padres no podían conseguirlo, respondí: “Ya lo creo que quiero”. ¿Entonces cómo no vienes con nosotros? Y yo no queriendo confesar que mis Padres eran pobres dije que no querían. Pero … en mi lugar respondió el padre de mi compañero, diciendo que no podían a causa de su pobreza. Entonces el Padre Director viendo que a caso se podía arreglar la dificultad, me encargó que avisara a mi Padre para que fuese al Espino a tratar con él el asunto. Y en efecto, así lo hice, volviendo mi Padre por la tarde al Espino en donde después de larga entrevista se arreglaron las cosas, … Ocho días tardó en venir (que se me hicieron siglos porque ya no podía parar en casa a causa del fastidio y tedio que sentía) la respuesta mil veces dichosa y esperada. Tan pronto como me lo comunicó mi Madre casi llorando de alegría corrí desatado a decírselo a mi Padre.” (Curriculum de Noviciado del H. Urruchi, pp. 4-5). El Director, R.P. Cipriano Zabalza le abrió las puertas del Espino el 21 de septiembre de 1921, día en que José Mª, llorando de alegría, escribe él, hacía su ingreso.

Urruchi (fila 2ª- 2º derecha) con compañeros en El Espino
En el Espino tuvo como formadores a dos grandes forjadores de personas, los PP. Zabalza (Director) y Manuel Pérez. Allí estuvo 5 cursos (1921-1926); en ellos lo que más le costó fue el sacar adelante los estudios. Tenía tanta dificultad, que por mucho que estudiaba apenas daba para el aprobado. A este problema se unió una enfermedad en los ojos que le dificultaba el estudio. Con tanta dificultad, Jose María nunca se vino abajo. Tenía claro que quería Misionero Redentorista y ordenarse sacerdote; y era tanto su deseo que le motivó para vencer todas las dificultades y nunca perdió la esperanza.

José Mª Misionero redentorista

En julio de 1926 sale de El Espino y toma el tren con dirección a Nava de Rey (Valladolid), para iniciar el Noviciado. El 23 de agosto viste el hábito Redentorista, iniciando el año de Noviciado bajo la tutela del P. Rafael Cavero, que termina con la profesión el 24 de agosto de 1927.

Continuó con su preparación en Astorga (León) donde estudia la Filosofía, Teología y Moral los años 1927-1932, con el P. Prefecto Carlos Otero. Le costaron mucho, requiriéndole mucho más esfuerzo que el resto de sus compañeros para obtener calificaciones menores que ellos. Sin embargo, su esfuerzo y tenacidad hicieron que fuera posible el terminarlos. El 15 de septiembre de 1930 hace su Profesión Perpetua, puerta que le dará acceso a la Ordenación, que le confiere el Obispo de Astorga, D. Antonio Senso Lázaro, en la Capilla del Seminario Diocesano, el día 20 de octubre de 1932. Pero la dificultad para el estudio no fue su única cruz. En el Estudiantado se le desataron los escrúpulos. La terminación de los estudios no puso término a sus sufrimientos.

Urruchi (encuadrado) en Astorga con los Estudiantes Redentoristas.
Acabados los estudios en julio de 1833, fue a Nava del Rey (Valladolid) durante seis meses a hacer su Segundo Noviciado. Terminado éste en febrero de 1934 es destinado a La Coruña. En junio del mismo año se traslada a Cuenca, donde predicó alguna Misión. A mediados de 1935 va a Vigo y de Vigo, en octubre del mismo año viene a Madrid, donde permaneció hasta su muerte.

La impresión que dejó fue la de persona muy humilde, sencillo y muy bondadoso y amable. Un compañero y del vecino pueblo de Santa Gadea del Cid (Burgos), hace de él este retrato: “Nuestro P. Urruchi fue siempre modelo de estudiantes y modelo de religiosos, aplicado al estudio, amigo de la vida recogida, humilde, amante de la oración y sufrido. Nadie le quiso mal y no ofendió a ninguno. Dotado de poquísimo talento encontró aquí un Calvario que le seguirá a todas partes. Esta cortedad de talento, con las humillaciones que le acarreó llegó a minar peligrosamente su salud. No supo luchar con la desgracia y contra una existencia llena de obstáculos y se hizo escrupuloso, tímido, reservado...”.

Persecución y martirio del Siervo de Dios

El P. José María salió de la residencia del Perpetuo Socorro de Madrid el día 20 de julio junto al C.H. Máximo y se refugiaron en el piso 2º del número 3 de la calle Manuel Silvela, en casa de D. Roberto González Nandín y Sobrino; un gaditano profesor de Derecho Mercantil, muy religioso, que viví junto a su esposa Concepción Fernández La Puente y su madre Francisca Sobrino. La familia se sintió muy contenta de pode acoger a los dos religiosos. A los pocos días de su estancia en esta casa el H. Máximo cambió su refugio por el H. Pascual que corría peligro donde se encontraba. A partir de ese momento la vida y pasión del P. Urruchi camina paralela con la del H. Pascual (SdD. José Erviti).

En la casa de los Sres. González-Nandín vivieron ambos como en un convento, con una intensa piedad, pasándose el día rezando. En la casa había un oratorio y José Mª Urruchi pudo celebrar todos los días. La señora Concepción Fernández escribía de ambos: “Sus vidas eran estar en sus habitaciones o en la capilla donde estaba el Santísimo, y por las noches se pasaba también mucho tiempo allí, … resignados y con conformidad los dos …” (Carta manuscrita dirigida al P. R..Colmenares … Cádiz, 14 de octubre de 1952). “Siempre se los vio contentos y dándonos ejemplo de humildad, paciencia y conformidad, así como de mortificación en las comidas” (Dª. Concepción Fernández, Vidas del R.P. José María Urruchi y del H. Pascual Erviti. Cádiz, 30 de julio de 1944). Sin embargo, al P. Urruchi se le veía preocupado por el miedo a lo que pudiera acontecerles.

Allí estuvieron los dos religiosos, como en su propia casa, hasta el 21 de agosto de este año de 1936. El viernes 21 de agosto, sobre las 10 de la mañana, entraron los milicianos a registrar la casa. Mandaron sentar a los dos redentoristas, quedando un miliciano al cuidado de ellos. Como no estaba D. Roberto, el dueño de la casa, mandaron a su oficina a una de las muchachas de servicio para llamarlo. Después del registro se los llevaron a los tres, que “salieron tranquilos...” según vio la Dª Concepción.

Panteón de los Redentoristas en Madrid
Un joven de 17 de la Acción Católica del Centro del Corazón de María, que fue detenido el 20 de agosto por unos milicianos a las órdenes de un policía llamado Agapito Sainz y llevado al Comité Provincial de Salud Pública instalado en el Círculo de Bellas Artes (Cf. Copia mecanografiada de la ficha realizada en el momento de la detención de Rafael Arrizabalaga Español archivada en el Archivo General de la Dirección General de Seguridad: AHN., FF.CC., Legajo 1800/2, Estado B, Relación 2, Ficha nº 259). “… Al salir le vendaron los ojos, lo subieron a un coche y lo llevaron a … Él iba pidiendo en su interior: ‘Señor, Virgen mía, que me lleven a donde pueda confesarme?. Y no sabe el lugar donde los encontró. Sospecha que fue en el Palacio de Rodas, calle Españoleto. Allí estaban nuestros dos redentoristas. Y declara que rezaron hasta el final. ‘Lo último que recé allí fueron las tres avemarías con ellos’. A él le dieron la libertad. Salió con los ojos vendados. Se vio libre en la plaza de Olavide” (J. Mª Ibarrola, Nuestros mártires. P. José Mª Urruchi y H. José Erviti en Revista el Perpetuo Socorro, Vol. XLI, núm. 582 (abril 1940), p. 135).

Todo fue muy deprisa, pues la misma noche del 21 de agosto el portero de la casa contestó a la señora de D. Roberto Nandín, que le pidió noticias de los detenidos: “De D. Roberto no sé nada; a los frailes los matan esta noche” (Carta de Concepción Fernández… Cádiz, 14 de octubre de 1952).

Un médico amigo y vecino del Sr. Nandín se encontró con el cadáver de éste el 23 de agosto en el Depósito Judicial, con una ficha que decía: “Traído de Getafe”. A su lado había dos cadáveres, que el médico vecino de la familia no pudo identificar; es de suponer que serían los de los dos Redentoristas que fueron detenidos y llevados con él.

El cadáver del P. José Mª Urruchi fue recogido por la Cruz Roja en una cuneta de la Carretera de Andalucía en la mañana del 22 de agosto, y llevado al depósito Judicial; fue inhumado en el Cementerio Municipal de Madrid (hoy de la Almudena) el 23 de agosto (Registro Civil de Madrid-Chamberí, Sección 3ª, Libro 117, folio 122 vto, nº 930) en una sepultura de 4ª temporal, es decir en fosa común; allí reposaron sus restos hasta que el 24 de noviembre de 1947.

En 1945 el cadáver fue identificado gracias a las fotografías practicadas en el Depósito forense de los cadáveres sin identificar; en 1947 pudo ser exhumado y trasladado junto el del S.D. José Erviti (C.H. Pascual) al Panteón que los Misioneros Redentoristas poseen en ese mismo Cementerio madrileño donde reposan hasta el día de hoy.

Rafael Arrizabalaga
Nota sobre Rafael Arrizabalaga Español: Rafael Arrizabalaga, el joven que se encontró a José Mª y fue puesto en libertad, de nuevo fue detenido el 5  de octubre de 1936, en unión de su hermano Mariano (seminarista de Comillas) y llevado a la Cárcel Modelo a la Galería 5ª, donde estuvo preso el P. José Mª Ibarrola y le contó el episodio narrado. El 7 de Noviembre fue extraído de la cárcel y martirizado en Torrejón de Ardoz (Madrid) el día 8. Había nacido en Barbastro (Huesca) el 22 de noviembre de 1919 y era hijo de Joaquín y de Teresa; educaado en el Colegio de los Escolapios de aquella ciudad, donde inició junto a su hermano la Acción Católica. En 1934 se trasladó junto a toda la familia a Madrid, donde se afilió al centro de A. Católica del Santuario del Corazón de María de Madrid. Persona con gran celo y entusiasmo.

ORACIÓN
(PARA USO PRIVADO)

Por mediación del S. de Dios José María Urruchi Ortiz

Te pido Padre, que a ejemplo de tu Siervo José María, busque como ser colaborador de tu obra de salvación y por su mediación aumenta en mi corazón los deseos de agradarte y servirte y la fortaleza para vencer mis lagunas personales. Por Jesucristo nuestro Señor.


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