Francisco Javier nació en día 16 de diciembre de
1909 en Madrid, hijo de Francisco y Aurora. Fue bautizado en la Parroquia de
San Justo y Pastor de Madrid el 4 de febrero de 1910 y confirmado el año 1913;
recibió la 1ª Comunión el 22 de mayo de 1919. Vivía con sus padres en la calle
Malasaña, nº 34, 1º derecha. Fue un hijo ejemplar. Estudió Derecho a la vez que
ayudaba en los negocios familiares.
Hombre alegre y a la vez piadoso; muy devoto
de María, siempre llevaba consigo y tenía en su mesa de trabajo una estampa de
la Inmaculada venerada en la iglesia de los jesuitas de la calle Flor. A la
vez, hombre de acción; fue uno de los primeros socios del Centro de la Acción
católica Mariano Alfonsiano, del que fue elegido presidente, cargo que tenía en
el momento de su muerte. Muy preocupado por la atención de los pobres, con los
que tuvo una especial misericordia, procuró llevar al resto de miembros del
centro a las Conferencias de San Vicente de Paul. Con los obreros fue sumamente
comprensivo y asequible, lo cual le valió ganarse el corazón de todos y
llevarles a la senda que él quería que fue la de Dios.
A parte de sus firmes
convicciones religiosas y de su militancia en la Acción Católica, donde fue un
miembro destacado, no tuvo vinculación política especial. Al iniciarse la persecución religiosa fue
detenido por primera vez el día 6 de septiembre de 1936, dejándole libre a los
pocos días. El día 10 de octubre fueron
a su domicilio policías de la comisaría del distrito “Universidad”,
llevándoselo consigo. De la Comisaría fue llevado a la Dirección General de
Seguridad, quienes le llevaron preso a la Cárcel Modelo, donde ingresó el día
11 de octubre a disposición de dicho órgano político.
En la Cárcel Modelo va a
coincidir con otros compañeros del Centro de Acción Católica Mariano
Alfonsiano, y con su consiliario, el P. José Mª Ibarrola. Coincidió también con
el Superior del Santuario del Perpetuo Socorro, donde se ubicaba el Centro
Juvenil del que era presidente, y el responsable del culto del Santuario, el P.
Vicente Renuncio. Coincidió con otros militantes católicos, como fue Rafael
Arrizabalaga, y su hermano seminarista, Mariano Arrizabalaga. Se convirtió
aquella cárcel, en una prolongación de la acción católica madrileña, donde se
preparó para su muerte.
El día 7 de noviembre su nombre
figuraba en una lista para hacer un traslado de presos. Subieron a unos
autobuses urbanos que los iba a trasladar a otra cárcel. Cruzaron Madrid, el
autobús se desvió hacia Paracuellos de Jarama, donde fueron fue fusilado junto
a otros 300 presos, y sus cuerpos fueron inhumados en una fosa común. Entre los
que compartieron la muerte estaba el Redentorista Vicente Renuncio Toribio, que
fue martirizado en esa primera saca. Un testigo nos ofrece una fotografía de
los hechos:
“7 de noviembre de 1936… Llegó alrededor de las 9 de la mañana al arroyo San José, y vio que contra la ladera del cerro, o sea, junto a la zanja número 1 del plano, había aproximadamente 200 cadáveres que presentaban señales de fusilamiento. Oyó decir allí que las víctimas procedían de la cárcel Modelo y habían llegado a las ocho de la mañana de aquel día en autobuses de dos pisos de los del servicio público en Madrid y fusilados inmediatamente. Cuando llegó el declarante ya no estaban allí los autobuses.” (Gregorio Muñoz Juan, Declaración; Madrid 4-9-1939: AHN. Causa General, Leg. 1526, Exp. 5, pp. 1-2)
DOCUMENTOS
- Ficha necrológica de la Acción Católica
- Ficha de ingreso en la Cárcel Modelo
- Denuncia de su hermana ante la Causa General
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