Saltando de ciudad, y tomando la N-3 llegamos a Madrid. Acaba de sorprendernos la noticia salida desde el antiguo Asilo de las Hermanitas de los Pobres, en la calle del Dr. Ezquerdo de Madrid, y hoy controlado por el Comité del Pacífico y regentado por Mateo Prada Bravo. A medio día de hoy, 30 de agosto de 1936 se han llevado dos ancianos asilados. Según el director del centro“se presentaron unos milicianos entre los que se encontraba Enrique Garcilópez, diciendo que tenían una denuncia contra dos señores acogidos en el referido centro. Denuncia que cree pudiera haber tenido su origen en alguno de los ancianos acogidos al benéfico establecimiento … que se encontraban los referidos señores en la enfermería y que después de un breve interrogatorio, se los llevaron, según ellos, a la Comisaría, sin haber tenido ya más noticias de los mismos”. (Declaración de Mateo Prada. Madrid a 2 de julio de 1939 en Expediente Sumarísimo de Madrid nº 32144, fols. 3-4: Archivo General del Ejército. Madrid).
También la Matilde Etienne, una de las monjas francesa que dirigía el centro nos escribe y nos da algunos detalles, así como la identidad y profesión de ambos ancianos: “el [25 de agosto,] día de S. Bartolomé, los Comunistas se incautaron de la casa y …unas de las cosas que hicieron fue de hacer unos interrogatorios a los pobres ancianos, uno por uno y con muchas amenazas así que cuando llegó el turno al Reverendo Padre [Antonio Girón] asi que como al Reverendo Padre Requejo, Lazarista, que estaba también en el Asilo desde hacia ocho días, no pudieron negar que eran sacerdotes y se denunciaron ellos mismos. Fue delante de nosotras que dijeron a los Comunistas que eran religiosos, y entonces los llevaron los dos. Esto fue el domingo 30 de agosto, al medio día. Ellos no sabían ni uno ni otro que estaban en casa y fue solo en este momento que los dos se vieron y se conocieron, los teníamos separados para evitar y disimular más con los ancianos. Los llevaron en autobús a su comité que era creo en el Pacífico. Entonces yo les dije porque los llevaban que no hacían ningún mal, que eran ancianos, y que estaban en el Asilo porque ellos los habían echado de sus casas y que estaban aquí como pobres asilados. Me respondieron que aquí los comprometían, que los llevaban al Comité pero que no les pasaría nada. El Padre Requejo pidió para ir a buscar los zapatos que había dejado a la enfermería y le respondieron que no los necesitaba. Entonces esto nos dio muy mal espina… [Después] Preguntamos por ellos, y nos dijeron que estaban en la cárcel pero uno de ellos, yo no me recuerdo quien, fue que dijo que por la noche los habían fusilados en las tapias del hospital de S. Juan de Dios, y nos dijeron también que iban rezando y que se dieron la Absolución uno a otro en el mismo coche. Quien los llevo fue el jefe de la banda entonces un tal “Santiago” hermano de “León”, un “Garci López” este último, era entonces jefe del Comité, y fue el que insistió para que los fusilaran.” (Carta de M. Ettienne al P. Lucas Pérez. Talavera de la Reina (Toledo) 17 de junio de 1944: APRM, Mártires Sig. 1102105).
Esperaremos en que para este asunto.
También la Matilde Etienne, una de las monjas francesa que dirigía el centro nos escribe y nos da algunos detalles, así como la identidad y profesión de ambos ancianos: “el [25 de agosto,] día de S. Bartolomé, los Comunistas se incautaron de la casa y …unas de las cosas que hicieron fue de hacer unos interrogatorios a los pobres ancianos, uno por uno y con muchas amenazas así que cuando llegó el turno al Reverendo Padre [Antonio Girón] asi que como al Reverendo Padre Requejo, Lazarista, que estaba también en el Asilo desde hacia ocho días, no pudieron negar que eran sacerdotes y se denunciaron ellos mismos. Fue delante de nosotras que dijeron a los Comunistas que eran religiosos, y entonces los llevaron los dos. Esto fue el domingo 30 de agosto, al medio día. Ellos no sabían ni uno ni otro que estaban en casa y fue solo en este momento que los dos se vieron y se conocieron, los teníamos separados para evitar y disimular más con los ancianos. Los llevaron en autobús a su comité que era creo en el Pacífico. Entonces yo les dije porque los llevaban que no hacían ningún mal, que eran ancianos, y que estaban en el Asilo porque ellos los habían echado de sus casas y que estaban aquí como pobres asilados. Me respondieron que aquí los comprometían, que los llevaban al Comité pero que no les pasaría nada. El Padre Requejo pidió para ir a buscar los zapatos que había dejado a la enfermería y le respondieron que no los necesitaba. Entonces esto nos dio muy mal espina… [Después] Preguntamos por ellos, y nos dijeron que estaban en la cárcel pero uno de ellos, yo no me recuerdo quien, fue que dijo que por la noche los habían fusilados en las tapias del hospital de S. Juan de Dios, y nos dijeron también que iban rezando y que se dieron la Absolución uno a otro en el mismo coche. Quien los llevo fue el jefe de la banda entonces un tal “Santiago” hermano de “León”, un “Garci López” este último, era entonces jefe del Comité, y fue el que insistió para que los fusilaran.” (Carta de M. Ettienne al P. Lucas Pérez. Talavera de la Reina (Toledo) 17 de junio de 1944: APRM, Mártires Sig. 1102105).
Esperaremos en que para este asunto.