martes, 17 de agosto de 2010

PERSONAS PELIGROSAS


Imagen de un listado de la Causa General de Cuenca (A.H.N.) donde aparecen


Desde el 30 de julio al 10 de agosto murieron 5 redentoristas de los seis candidatos al martirio. Sus nombres figuran entre las 15 personas que primero murieron en la pequeña ciudad castellano-manchega. De esas 15 personas 3 son seglares y el resto eclesiásticos.

Ante estos datos cabria preguntarse el por qué. ¿Que vieron en aquellos 5 hombres para buscar tan rápidamente su muerte? ¿Fue su filiación política? Difícilmente; no eran personas afectas a partidos políticos; es más, los afectos políticos de alguno de ellos como el P. Gorosterratzu estaban cercanos al nacionalismo vasco, socios del gobierno republicano. ¿Podría ser por su importancia como figuras eclesiales destacadas? Ciertamente podría darnos la impresión que los milicianos creyesen que en jerarquía eclesiástica fuesen detrás del Sr. Obispo y por ello murieran detrás; pero y los PP. Goñi y Olarte, buscados a plena luz del día y antes que matasen al Obispo y a las grandes dignidades. Por otro lado, no eran estas cinco personas lo que podríamos llamar líderes arrolladores de masas que temieran los de ideas contrarias: de los cinco uno, el P. Julián Pozo, era enfermo agudo crónico, que apenas tenía relación con la ciudad; otro, el P. Miguel Goñi, era enfermo crónico cuya tarea era la predicación y la confesión en la iglesia; otro, el H. Victoriano, era tremendamente tímido y llevaba una vida sencilla de oración y trabajo en la portería y sacristía de San Felipe; el P. J. Xavier Gorosterratzu empleaba su tiempo en el estudio, en la atención de monjas y en la dirección espiritual; únicamente el P. Ciriaco Olarte daba grandes campañas misioneras, pero llevaba poco tiempo en Cuenca, y de este, la mayor parte estaba fuera en misiones; tampoco este era una persona destacadamente peligrosa.

Creo humildemente que el peligro de esas personas era el testimonio que la Comunidad Redentorista de San Felipe daba en Cuenca, con estos o con otros religiosos. El testimonio nacido de su consagración misionera a Cristo Redentor; de vivir e irradiar únicamente a Cristo, y un Cristo que se entrega por amor. En Cuenca era conocida aquella iglesia por el testimonio misionero de la comunidad que la atendía. Y esa valentía del misionero por vivir y anunciar el Evangelio le lleva a afrontar el horizonte de su vida desde el martirio; el martirio es el voto de perseverancia que hacen los Redentoristas, vivido en condiciones complicadas.

1 comentario:

  1. interesante esta reflexión final sobre el voto y juramento de perseverancia en relacción al martirio, más cuando uno está próximo a hacerlo, impone respeto y anima a llegar hasta donde Él nos vaya pidiendo incluso hasta "Dar la vida por la abundante redención"

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