domingo, 12 de septiembre de 2010

RUMORES DEL MADRILEÑO BARRIO DE LA LATINA

Se acerca esta mañana del día 12 de septiembre de 1936 José María al caserón de la nunciatura con un desconocido. Siguiendo el mismo ritual que días antes, madrugan para moverse con más facilidad; allá, dentro del caserón se encontrarán con el encargado del edificio, el P. Maximiliano Áriz y el P. Donato Jiménez. Comparten el desayuno. Mientras toman un vaso de café el P. José María les da las noticias que ha conseguido sobre la suerte de los Redentoristas de la Basílica de S. Miguel PP. Ortiz y Miquélez y el H. Gabriel.
- He preguntado para ver si estaban en alguna de las cárceles o checas; parece que se los ha tragado la tierra. Pero siguiendo la pista del chico de la carbonería de la C. Segovia le pedía a este amigo que nos ayudara. Él os va a contar las noticias obtenidas.
El desconocido toma la palabra y comenta:
- Por la pista que me dio el P. Ibarrola, he estado indagando en la Casa de Campo; pregunté al Guarda de la Casa de Ganados. Y su mujer me contó lo siguiente: “El mismo día de la rendición del Cuartel de la Montaña, unos grupos de milicianos llevaron a las cinco de la tarde alrededor de dieciséis personas entre las que había Oficiales, soldados y paisanos para fusilarlos. Eran todas personas de mediana edad. El primero de los que llevaron era un suboficial del Artillería al que oyó la declarante protestar de que se le fusilara diciendo que venía de Vitoria a incorporarse a su Regimiento en Carabanchel y que nada tenía que ver con los sucesos. … que … rogaron a los milicianos en el nombre de Dios que desistieran de su criminal propósito pero lejos de acceder a sus ruegos ejecutaron su crimen entre insultos y blasfemias.... Todos los fusilados aquel día, que como ya tiene dicho eran alrededor de dieciséis debieron serlo sobre las tapias de la Mantequería, pues a su pie fueron hallados los cadáveres en dos grupos. No fueron enterrados allí sino que sus verdugos los trasladaron en una camioneta al Cementerio del Este”. (Declaración jurada de Soledad de Oro García ante el Tribunal de la Causa General de Madrid sobre el asesinato de una veintena de personas en la Casa de Campo de Madrid el 20 de julio de 1936. Madrid. 4 de abril de 1940: AHN., Sec. FF.CC. / Causa General de Madrid, Leg. 1506/1, Pieza Principal, Ramo 22, Fol. 5653. Página 1-2). Preguntado un amigo mío que trabaja en el Cementerio del Este, me confirmó que “el día 23 de Julio y los inmediatos que le siguieron, tuvieron entrada en el cementerio trescientos ochenta y ocho cadáveres procedentes, en su mayoría, de las personas asesinadas en la defensa del Cuartel de la Montaña, y el resto pertenecientes a gentes muertas violentamente en la lucha desencadenada en Madrid con motivo del alzamiento Nacional. Todos estos cadáveres fueron enterrados, solos y juntos, en una sola fosa” (Declaración jurada de Antonio Melgares Sáez ante el Tribunal de la Causa General de Madrid sobre la recogida e inhumación de cadáveres en el Cementerio del Este de Madrid durante 1936. Madrid. 16 de febrero de 1940: AHN., Sec. FF.CC. / Causa General de Madrid, Leg. 1506/1, Pieza Principal, Ramo 21, Fols. 5568bis-5568 / 4ª). Aunque nadie los vio matar, por la dirección que llevaban según nos han dicho los últimos que los vieron, es seguro que se encontraban entre aquellos que fueron asesinados ese día en la Casa de Campo. En ese mismo grupo murió el Marista del Colegio de Chamberí H. León Argimiro García y el Capellán de San Antonio de la Florida D. Andrés Molinera.
Tomando la palabra José María Ibarrola, dijo:

Se escuchó voces por la calle que disolvieron el encuentro. Se despidieron para encontrarse en el mismo sitio y a la misma hora unos días más tarde.
-Estamos investigando la desaparición del P. Urruchi y de los Hermanos Nicesio, Gregorio, Aniceto y Pascual. Ya os tendremos informados. Por otra parte, es imprescindible P. Donato que cambies de casa; ayer anduvimos este amigo y un servidor por la Cava Baja y nos dimos cuenta que allí todo el mundo sabe que hay un fraile escondido en el nº 8. Ya hemos hablado con la dueña de la Farmacia de la Reina Madre, la Sta. Lola Moreno, muy de la Basílica Pontificia; está encantada de recibirte en su casa, en la calle Mayor, encima de la esa Farmacia. Te espera esta tarde.

1 comentario:

  1. Por casualidad he dado con tu página...

    Poco a poco procuraré leer las entradas anteriores, que no pensaba que llevases esta empresa tan avanzada...

    Curioso e interesante y una buena forma de aprovechar tanto material como manejas, aunque no sea lo mismo que oírte contarlas por las propias calles que sucedieron...

    Enhorabuena!

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